¿Ves solo una roca? Pues hay algo más. Se trata de la cabaña Antonie, que es el máximo exponente del camuflaje y el respeto a la naturaleza. Fue ideada por el estudio de arquitectura Bureau-A y se construyó en 2014, durante seis semanas, como si se tratara de una escultura habitada.
Esta piedra-casa se camufla entre las laderas de los Alpes imitando una roca caída desde la cumbre de una montaña. Seguro que pocos pueden diferenciarla del resto del paisaje. Y es que esa es su intención, ocultarse y observar a su alrededor.
El pequeño habitáculo es lo suficientemente grande para que viva una persona en su interior; está construida en madera y recubierta de hormigón proyectado de manera irregular para crear la forma y apariencia de una roca.
En su interior, se encuentran los elementos básicos para la supervivencia de la alta montaña: una chimenea, una cama, mesa, taburete, e incluso una ventana miniatura desde la que observar el exterior sin ser visto. Simplemente es impresionante, ¿por qué no echas un vistazo?